En esta ocasión nos aventuramos a tomar fotografía de las luciérnagas al estado de Tlaxcala en México. Estuvimos allí los últimos días de julio, del 27 al 29. Aunque la recomendación es que si quieres ver las luciérnagas en su máximo esplendor, vayas los primeros días de julio.
Estábamos muy entusiasmados de tomar fotografía de las luciérnagas, este era un viaje que estaba en nuestra lista desde hace mucho tiempo. No sabíamos cual era el mejor lugar para tomar las fotografías. Nos habían recomendado buscar espacios donde la contaminación lumínica no interviniera con la luz de las luciérnagas. Por lo que decidimos buscar spots entre los árboles del bosque. Al final decidimos que nuestros spots serían las inmediaciones de El Paraje del Rey, Piedra Canteada y Canto del Bosque.
El primer día partimos a tomar fotografías en El Paraje del Rey. El avistamiento de luciérnagas empezó aproximadamente a las 8:30 pm y por lo general no dura más de 1 hora. Nuestro guía nos citó a las 6 pm en el pueblo de Nanacamilpa, con el fin de llegar con tiempo para buscar el lugar idóneo. Desde nuestro hotel en el centro del pueblo, tardamos media hora en llegar al estacionamiento de Paraje del Rey. En esa época hay mucho tráfico y los accesos son muy angostos, por lo que, aunque las distancias son cortas, haces mucho tiempo esperando en la fila a que los carros accesen ordenadamente al Santurario.
Una vez en el estacionamiento, cargamos nuestras mochilas y tripies en la espalda, nos abrigamos bien y nos adentramos caminando hacia el bosque. La caminata es muy agradable. A paso moderado, seguimos un sendero entre árboles de encino-pino. El “baño de bosque” te recarga de energía y te hace sentirte de buen humor. Los olores que se desprenden después de la lluvia despiertan tus sentidos y te conectan con la madre naturaleza.
Usualmente se hacen grupos grandes donde los guías te muestran el lugar y te explican su historia. Si vas con el propósito de tomar fotografía, te recomiendo que solicites el servicio de un guía particular, el cual se asegurará de llevarte por senderos donde no habrá otras personas merodeando por el paisaje.
En nuestro caso estuvimos indecisos entre capturar el sendero que serpenteaba entre los árboles y las luciérnagas cruzándolo o capturar a las luciérnagas jugando entre la densidad de los árboles. Nos decidimos por la segunda opción, ya que esa noche la luz de la luna que entraba en el sendero era muy fuerte y podría arruinar las fotografías.
Decidí hacer una composición usando los troncos de los árboles, el suelo, un poco del cielo y el follaje. Es importante utilizar parte el suelo, porque es allí donde se concentran un buen número de luciérnagas. Desde allí, las hembras esperan pacientes por los machos.
Al estar dentro del bosque se tiene que ser muy cuidadoso con el uso de las luces. Nuestro guía nos explicaba que una de las indicaciones del Santuario es que no se debe utilizar flash. El motivo es que el flash perturba el proceso biológico de las luciérnagas. Las luciérnagas se comunican entre ellas con una coordinación de señales de luces entre la hembra y el macho. Cuando los humanos interferimos con nuestras luces, las luciérnagas se confunden provocando que no se puedan sincronizar para reproducirse. Lo que tienes que hacer a tu cámara, es poner un pedazo de cinta adhesiva color negra en los orificios que expidan luces. También se debe restringir al mínimo el uso de la luz del celular y lámparas.
Un poco antes de que el sol se metiera, las luciérnagas empezaron a aparecer. Primero visualizamos unas cuantas de ellas merodeando entre los arbustos, pero conforme la noche caía, más y más luciérnagas fueron llenando el paisaje con sus tintineantes luces. Parecía un bosque encantado. Daba la impresión de que pequeñas hadas realizaban un ritual de círculos sin fin. Ese patrón de movimientos los pudimos captar más alrededor de los troncos de los árboles.
El espectáculo duró aproximadamente una hora y partimos de regreso hacia nuestro hotel.
Al día siguiente decidimos estar más en contacto con la naturaleza y nos hospedamos en un lugar llamado Piedra Canteada. La ventaja de dormir en este lugar es que se localiza dentro del bosque y solo necesitas caminar unos cuantos pasos para tener un excelente spot para capturar luciérnagas.
Nos citamos con el guía dos horas antes del espectáculo y nos fuimos a recorrer la zona en busca del lugar ideal. Piedra Canteada es un área mucho más grande. Se pueden utilizar infinidad de pequeños senderos con curvas y que a su vez están rodeados de inmensos árboles. Lo que nos gustó es que había muchos lugares con pendiente, por lo que se podía tener una perspectiva distinta de los árboles.
Dado que las fotos del día anterior habían tenido mucha interferencia de la luz del cielo, decidimos volver a tomar fotografías de los troncos de los árboles pero esta vez sin capturar el cielo. Utilizando la misma técnica, tomamos fotografías antes del anochecer y después en la oscuridad.
Para esta fotografía José utilizó un ISO de 500, apertura de 1.4, un tiempo de 57 segundos y un lente Zeiss de 35 mm/ 1.4.
Nuestro último día nos movimos hacia el Santuario de Canto del bosque. Nuestro guía nos llevó por un sendero que conducía hacia un campo de flores amarillas y al fondo, se vislumbraban los árboles del bosque.
En este lugar, además de tomar fotografías de las luciérnagas, también podrás tomar fotografías de los volcanes Popocatépetl y el Iztaccihuatl.
Incluso podrás encontrar diferentes especies de hongos de la región.
Sin duda, visitar los bosques encantados de luciérnagas ha sido una experiencia para toda la vida.